TRASTORNOS DEL RITMO Y LA FLUIDEZ
Ritmo,
siguiendo el diccionario de la RAE, es el “orden acompasado en la sucesión o
acaecimiento de las cosas”. Referido al habla es definido como “proporción y
armonía en la distribución de sonidos, acentos y pausas.
La
fluidez, que se ve facilitada por el ritmo, tiene que ver con el grado de
eficiencia, pericia, destreza o habilidad con que se lleva a cabo una actividad,
en este caso, el habla.
El
mismo Crystal, aparte de confirmar que el tartamudeo varía enormemente de
persona a persona, señala que también varía de situación en situación. Es
decir, es importante tener en cuenta el contexto. El clínico debe, por tanto,
identificar las situaciones que le provocan mayor ansiedad al sujeto, e idear
programas de tratamiento que le permitan enfrentarlas.
Gallardo
y Gallego, con esta misma inquietud, proponen una escala de la valoración de la
dimensión psicosocial de tartamudez, con ítems referidos a 3 aspectos
fundamentales sobre los cuales el sujeto debe pronunciarse (
siempre-frecuentemente- a veces- nunca). Los 3 aspectos, con algunos ítems que
citamos a modo de ejemplo, son:
AUTOOBSERVACIÓN
de respuestas verbales:
Disminuye
el habla disfémica cuando leo
Disminuye
el habla disfémica cuando hablo por teléfono
La
dificultad es mayor en las primeras palabras de la frase
AUTOIMAGEN
conversacional
La
gente está incómoda cuando hablo
Los
demás evitan hablar contigo
Mis
opiniones no se tienen en cuenta
AUTOCONDUCTA
emotivo- verbal:
Me
cuesta trabajo hablar con desconocidos
Me
pongo nervioso cuando hablo
Rehúyo
hablar en público
Gallardo
y gallego citan a la psicóloga española Jorquera quien expone el esquema
evolutivo y conductual del tartamudeo, que contempla los siguientes pasos:
1. Falta
de fluidez verbal (niño de 3-5 años)
2. Contingencias
ambientales (atención, ayuda, castigo…).
3. Persistencia
o aumento de la conducta de tartamudeo.
4. Percepción
del tartamudeo por el propio sujeto
5. Ansiedad
anticipatoria, mayor desorganización de la conducta verbal.
6. Generalización
a toda situación verbal / social.
7. Aislamiento,
evitación social, no comunicación.
Para
la disfemia propiamente dicha, advierten los autores que, atendida la cantidad
de factores que pueden generarla, a veces son necesarios varios profesionales
(médico, psicólogo, logopeda). En todo caso. Insisten en que la intervención
nunca debe quedar limitada al disfémico en sí, sino que debe abarcar a su medio
ambiente.
Rondal
(1982) explica que la distinción entre tartamudeo y farfulleo es casi siempre
fácil de realizar: el farfulleo no presenta los bloqueos ni las repeticiones de
sonidos o sílabas en series ingobernables como el tartamudeo. Al caracterizar
el farfulleo, dice que- como la persona que lo presenta habla tan rápido-
acorta la duración de las sílabas pronunciadas. Como no puede mantener el
ritmo, se detiene, repite lo que acaba de decir, o una parte, vuelve a hablar
rápidamente, se interrumpe, etc., lo que produce un discurso irregular,
entrecortado, con palabras incompletas, deformadas. Afirma que la reeducación
del farfulleo es más fácil y también más corta que la del tartamudeo.
Los Trastornos de la voz son muy
frecuentes en los adultos, especialmente en los colectivos que usan su voz como
herramienta en sus tareas profesionales como profesores, cantantes y otros
tipos de profesional que necesitan emplear su voz de forma continua en el
desarrollo de su tarea laboral.
En estos casos se hace necesario en primer
lugar una valoración adecuada y un diagnóstico de las causas por parte de un
Otorrinolaringólogo o un foniatra. A partir del diagnóstico del cual se
trazarán las líneas generales del tratamiento del paciente.
Las causas más comunes de los trastornos
de la voz son:
Origen médico (Presencia de pólipos en las
cuerdas vocales, u otras enfermedades como Parkinson) o bien debido a cirugías
(cáncer de laringe).
Origen conductual o de un mal uso de la
voz (tono de voz demasiado elevado, tendencia a levantar la voz, tos frecuente,
carraspeo, hábito de fumar, etc.)
Derivado de estados emocionales o
trastornos del estado del à ánimo como estrés, ansiedad o depresión que pueden
afectar la tensión muscular de la laringe, lo que puede producir un trastorno
de la voz.
https://www.youtube.com/watch?v=1zSTS5MgNO0&index=21&list=PLmR5NYuy8Ey65R-nMtA_iy9YNe6hx9Y_V
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