sábado, 18 de julio de 2015

TRASTORNOS DEL RITMO Y LA FLUIDEZ

TRASTORNOS DEL RITMO Y LA FLUIDEZ
Ritmo, siguiendo el diccionario de la RAE, es el “orden acompasado en la sucesión o acaecimiento de las cosas”. Referido al habla es definido como “proporción y armonía en la distribución de sonidos, acentos y pausas.
La fluidez, que se ve facilitada por el ritmo, tiene que ver con el grado de eficiencia, pericia, destreza o habilidad con que se lleva a cabo una actividad, en este caso, el habla.
El mismo Crystal, aparte de confirmar que el tartamudeo varía enormemente de persona a persona, señala que también varía de situación en situación. Es decir, es importante tener en cuenta el contexto. El clínico debe, por tanto, identificar las situaciones que le provocan mayor ansiedad al sujeto, e idear programas de tratamiento que le permitan enfrentarlas.
Gallardo y Gallego, con esta misma inquietud, proponen una escala de la valoración de la dimensión psicosocial de tartamudez, con ítems referidos a 3 aspectos fundamentales sobre los cuales el sujeto debe pronunciarse ( siempre-frecuentemente- a veces- nunca). Los 3 aspectos, con algunos ítems que citamos a modo de ejemplo, son:
AUTOOBSERVACIÓN de respuestas verbales:
Disminuye el habla disfémica cuando leo
Disminuye el habla disfémica cuando hablo por teléfono
La dificultad es mayor en las primeras palabras de la frase
AUTOIMAGEN conversacional
La gente está incómoda cuando hablo
Los demás evitan hablar contigo
Mis opiniones no se tienen en cuenta
AUTOCONDUCTA emotivo- verbal:
Me cuesta trabajo hablar con desconocidos
Me pongo nervioso cuando hablo
Rehúyo hablar en público
Gallardo y gallego citan a la psicóloga española Jorquera quien expone el esquema evolutivo y conductual del tartamudeo, que contempla los siguientes pasos:
1.    Falta de fluidez verbal (niño de 3-5 años)
2.    Contingencias ambientales (atención, ayuda, castigo…).
3.    Persistencia o aumento de la conducta de tartamudeo.
4.    Percepción del tartamudeo por el propio sujeto
5.    Ansiedad anticipatoria, mayor desorganización de la conducta verbal.
6.    Generalización a toda situación verbal / social.
7.    Aislamiento, evitación social, no comunicación.
Para la disfemia propiamente dicha, advierten los autores que, atendida la cantidad de factores que pueden generarla, a veces son necesarios varios profesionales (médico, psicólogo, logopeda). En todo caso. Insisten en que la intervención nunca debe quedar limitada al disfémico en sí, sino que debe abarcar a su medio ambiente.
Rondal (1982) explica que la distinción entre tartamudeo y farfulleo es casi siempre fácil de realizar: el farfulleo no presenta los bloqueos ni las repeticiones de sonidos o sílabas en series ingobernables como el tartamudeo. Al caracterizar el farfulleo, dice que- como la persona que lo presenta habla tan rápido- acorta la duración de las sílabas pronunciadas. Como no puede mantener el ritmo, se detiene, repite lo que acaba de decir, o una parte, vuelve a hablar rápidamente, se interrumpe, etc., lo que produce un discurso irregular, entrecortado, con palabras incompletas, deformadas. Afirma que la reeducación del farfulleo es más fácil y también más corta que la del tartamudeo.
     Los Trastornos de la voz son muy frecuentes en los adultos, especialmente en los colectivos que usan su voz como herramienta en sus tareas profesionales como profesores, cantantes y otros tipos de profesional que necesitan emplear su voz de forma continua en el desarrollo de su tarea laboral.
     En estos casos se hace necesario en primer lugar una valoración adecuada y un diagnóstico de las causas por parte de un Otorrinolaringólogo o un foniatra. A partir del diagnóstico del cual se trazarán las líneas generales del tratamiento del paciente.
     Las causas más comunes de los trastornos de la voz son:
     Origen médico (Presencia de pólipos en las cuerdas vocales, u otras enfermedades como Parkinson) o bien debido a cirugías (cáncer de laringe).
     Origen conductual o de un mal uso de la voz (tono de voz demasiado elevado, tendencia a levantar la voz, tos frecuente, carraspeo, hábito de fumar, etc.)
    Derivado de estados emocionales o trastornos del estado del à ánimo como estrés, ansiedad o depresión que pueden afectar la tensión muscular de la laringe, lo que puede producir un trastorno de la voz.
                                                                                                               (logopedia a domicilio, s.f.)
https://www.youtube.com/watch?v=1zSTS5MgNO0&index=21&list=PLmR5NYuy8Ey65R-nMtA_iy9YNe6hx9Y_V


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